CADENA DE ABRAZOS

Recuerdo cuando era niña, que era más dada a dar abrazos, ahora quizá por contención de las emociones, o porque de seguida te plantas dos besos o te alargan la mano, cada vez queda más borrosa esa sensación que una tiene al abrazar. Aunque no me puedo quejar ya que cada día a la misma hora más o menos tengo una gran dosis concentrada del abrazo. Es cuando llega mi wife a casa y cruza la puerta yo voy corriendo hacia ella y plaz viene el abrazo y los largos besos. Tal y como está la sociedad pocas veces ves gente abrazándose por la calle, no digo rollo peliculero si no un abrazo de verdad. Creo que en muchas ocasiones es donde se demuestran más los sentimientos. Donde no acostumbran a faltar es cuando una persona llora, luego sí, hay como un imán que te induce a ir para allá y darle un cálido y gran abrazo. Porque se han quedado los abrazos solo para situaciones tristes. Luego hay el otro extremo, cuando hace mucho que no ves a alguien también surge ese imán, que no te despega, que achuchas y achuchas porque parece que no te acaba de llegar suficiente la otra persona. Son sensaciones especiales, que no te las da ni el beso ni el roce de la mano. No voy hacer una comparación de cual es mejor, porque no acabaría nunca, simplemente expreso aquello que anhelo, aquello que veo que poco se utiliza, y que veo que se va perdiendo con el tiempo o la edad. Lo que si me importa es saber si tengo ese cuerpo donde abrazar cuando lo necesite y si la respuesta es sí, existen personas dispuestas a corresponder ese abrazo.